
Relatos, Historias y Podcasts basados en hechos reales y experiencias auténticas.

Capitulo 1 "La aparición"
El encendido de motor hizo un sonido bombo y estruendóso, a mitad de la madrugada..
Miguel le gritó desde el interior del la camioneta a Amy.
-Amy ten mucho cuidado,
no sabemos quién, o que, nos está acechando…
me escuchaste??!!
-No podré dormir si estoy sola… Tengo miedo… Dijo Amy en un tono a regañadientas …
Bueeno..Iré repartir a Palo santo, a Purgatorio y Santa Marta….
de allá me regreso …
Miguel repartía leche de cabra en una camioneta ford, muy deteriorada, a las comunidades que habían proliferado a raíz de una concesión de cobre cerca de un pequeño puerto ubicado en el lado de la península de Baja California…
Miguel era un güero de rancho “como dicen por allá” .. tenía la piel muy curtida por la salitre y el sol, así que aparentaba más edad de la que tenía, usaba un sombrero tejano que solo dejaba caer sus caireles pelirrojos detrás de las orejas, lo cual lo hacia parecer un poco temerario.
Además para darle un toque “rebelde” le había pegado unos stickers con calacas vaqueras y sonrientes que decía Dark Jam Project..
las había conseguido con unos hippies disque músicos de Rock que habían pasado por ahí preguntando por mota y dónde cargar gasolina y le habían regalado un cassete, unas camisas y calcas..
“Pinches marihuanos” se decía cada que recordaba el asunto al ver las calcas …
Estaba llegando al punto más alto del cerro y frenando poco a poquito, entonces hizo un barrido de vista.
El sitio donde estaba le llamaban “la cuesta del infierno”.
Quien tenia la necesidad de viajar por ahí, tenía que hacer una travesía pasando por unos prominentes acantilados, dónde muchos habían desbarrancado por las condiciones del estrecho y peligroso camino de terracería.
Apenas empezaba amanecer y vió un tumulto de perros en la orilla de la playa …
una oscura figura de unos 10 metros se escondía en el oleaje e iba y venía de un lado a otro por debajo del agua con una rapidez asombrosa.
Miguel abrió sus ojos desorbitados y en un impulso llevó su mano por detrás del asiento del copiloto.
Ahí tenía un rifle 308 Winchester es uno de los favoritos de muchos cazadores por su versatilidad y disponibilidad.
Era un arma eficaz para diversas presas.
Apagó las luces de su camioneta pick up y se estacionó a un costado de el camino de donde terminaba la cuesta..
Empezó a caminar lentamente, …
en eso escucho una especie de ráfaga de aire,…
seguida de aullido de dolor …
que fue abruptamente silenciado ..
Empezó a correr hacia la playa con el corazón desbocado..
y llegó a donde la jauría de perros ahora ladraba de manera enardecida hacia el extraño fenómeno en la playa….
Encañonó directo al objetivo …
– que clase de mierda es esa !! – murmuró mientras
sentia que la mandíbula pesaba demasiado y esa pesadumbre le dejaba sin aire y con la boca abierta…
en cuestión de segundos vió como era lanzado por los aires un manojo de viceras que fue a dar directo a su ser..
– puta madre!! Nooo!!
Gritó angustiado y al limpiarse la sangre del rostro , …vió de pie y al menos a de dos metros de el… un ser con ojos amarillos, que lo observaban directamente…pudo ver qué su piel era escamosa y la expresión del rostro era de no muy buenos amigos, su boca se abría silbando un extraño sonido y mostraba una hilera de afilados colmillos que despedía un fétido y nauseabundo olor a podrido …
Capitulo 2 "Unas horas antes"
No me mientas Miguel..!! Decía Amy con un acento costeño, tenía una blusa de color azul estampado de pequeñas margaritas blancas que descubría su hombro izquierdo , el cual dejaba ver cómo resbalaban desde sus mejillas unas gotas de sudor hasta su palpitante y bronceado cuello…..
-Si..pues… es verdad tu….loca..!! – jugueteaba un poco Miguel.
-Pero te diré lo que pienso ..El escondido tiene las aguas más cristalinas, las playas más tranquilas y cálidas, además aquí cerca está el oasis .. viene mucho gringo a escurcionar…
Para mí que estás desapariciones tienen que ver con los fuereños..
Todo este pinche cobre que se están llevando los franceses por sus huevos, eeh!!
..a causa de esa pinche concesión tan piojenta que les regaló un gobierno, …al cual no le importamos más que un kilo de “ñonga”…
-Mira, mejor termina de ayudar.. voy a subir los quesos a la pick up y termina de rellenar estos dos tambos, luego los subo .. – Miguel trataba de amagar sus pensamientos –
Amy mientras no podía ocultar su angustia, siguió advirtiendo del tema, mientras trabajaba… y de vez en cuando, llevaba su mano a la boca.. intentando no ser gobernada por el impulso.
Hasta que …
-Pero no hay nada Miguel …,
– seguía lamentando Amy.
-al menos la vaquilla de los Macklish había dejado cierto rastro ..
-Luego se les desapareció el niño, que horror!! ..
y ya vez, andan diciendo que esa jauría de perros que hace años, dejaron aquí aquellos militares gringos.. andan huyendo en la sierra, que se volvieron salvajes…
Pero como pudo ser?…
-Si pues..nunca ví enloquecer a un “pariente” tan de volada- dijo Miguel..
– El “Tanina Macklish” no va a regresar hasta que caze completita a la jauría … Y después quien sabe si regrese …
– Miguel …Que era ese rastro?. Interrumpió Amy.
Eso que vimos en la casa del “Tanina” ..ay no pobre Don…
Esa mañana los poquitos que aquí quedamos en el escondido lo vimos…
… -como si unas pesadas sogas hubieran marcado la arena .. y extrañamente se perdieron en la playa …
Miguel hizo una mueca asintiendo …
El temia más a un coyote, pero no descartaba que un vivaz ladronzuelo estuviera mermando ahora sus reservas.
Pero la insistencia del tema toda la semana,..
ya había llegado al límite de su paciencia.
Su mirada se perdía en algún punto del techo de lámina, para no alimentar más la angustia de Amy…
-Y dale.!!..Bueno ya me voy….
dijo Miguel
– ya son las 4:20 en punto..
Capítulo 3: "La transformación"
Miguel no regreso esa tarde noche como siempre.
Amy estaba muy preocupada, pero había tenido un sueño muy revelador esa noche …
Había visto a Miguel, pero no era el, se miraba diferente en este sueño, además, Amy despertó varias veces por la repetición de esta pesadilla en el punto donde Miguel le pedía que no lo dejara y luego el se perdía en mar….
Pero la realidad era que Miguel, está vez había despertado …. con un dolor intenso en todo su cuerpo. Estaba en el fondo del mar, rodeado de oscuridad y silencio. No recordaba cómo había llegado allí ni qué había pasado después del ataque del monstruo reptiliano.
De repente, escuchó una voz en su mente. Era una voz profunda y resonante, que parecía venir de todas partes y de ninguna al mismo tiempo.
“¿Quién eres?”, preguntó Miguel, intentando hablar en voz alta, pero solo logró emitir un sonido gutural.
“Soy el que te ha elegido”, respondió la voz. “Soy el que te ha transformado”.
Miguel intentó recordar qué había pasado, pero su memoria estaba llena de lagunas. Solo recordaba el ataque del monstruo y luego… nada.
“¿Qué me has hecho?”, preguntó Miguel, intentando entender qué estaba pasando.
“Te he convertido en uno de los míos”, respondió la voz. “Te he dado la capacidad de sobrevivir en este mundo”.
Miguel miró su cuerpo y vio que había cambiado. Sus brazos y piernas se habían transformado en aletas, y su piel estaba cubierta de escamas.
“¿Qué soy ahora?”, preguntó Miguel, intentando aceptar su nueva forma.
” Un servidor”, respondió la voz. “Un instrumento para cumplir mi voluntad”.
Miguel se dio cuenta de que estaba bajo el control del monstruo reptiliano. No sabía qué quería de él, pero estaba dispuesto a descubrirlo.
“¿Qué quieres de mí?”, preguntó Miguel.
“Quiero que me ayudes a cumplir mi propósito”, respondió la voz.
Miguel se quedó en silencio, intentando entender qué quería decir el monstruo. Pero antes de que pudiera preguntar más, la voz se calló, y Miguel se quedó solo en la oscuridad.
Capítulo 4 "La tragedia en El Escondido"
La noche cayó sobre El Escondido, y la comunidad se preparaba para otra noche esperando que fuera de lo más normal. Pero no sería así. De repente, los animales comenzaron a actuar de manera extraña. Los perros ladraban sin cesar, y los gatos se escondían en los rincones más oscuros de las casas.
Luego, los ruidos comenzaron. Ruidos extraños, como si algo estuviera arrastrando a los animales hacia la playa. Los lamentos de los animales eran audibles en toda la comunidad, y la gente comenzó a preocuparse.
Amy se despertó sobresaltada, con el mismo sueño extraño en su mente. Había soñado con Miguel, pero no era el Miguel que conocía. Amy se sentó en la cama, sintiendo un mal presentimiento.
“¿Qué pasa?”, se preguntó a sí misma. “¿Por qué no ha regresado Miguel?”
Mientras tanto, en la playa, la gente comenzó a buscar a sus mascotas desaparecidas. Pero no encontraron nada. Solo huellas en la arena, y los lamentos de los animales que habían sido arrastrados.
La comunidad se reunió muy asustada en un gran tinglado que se había construido muy cerca de la playa para cuando pasaba el padre y oficiaba misa.
Amy preocupada y asustada. Se decía ¿Qué estaba pasando? ¿Quién o qué estaba detrás de las desapariciones?
“Tenemos que hacer algo”, dijo uno de los habitantes. “No podemos quedarnos de brazos cruzados”.
Pero ¿qué podían hacer? La oscuridad parecía cerrarse sobre ellos, y la sensación de peligro era palpable.
De repente, un grito se escuchó en la distancia. Un grito de una persona, que había sido arrastrada hacia la playa. La comunidad se quedó en silencio, paralizada por el miedo.
“¿Qué vamos a hacer?”, preguntó alguien, con la voz temblando.
La respuesta llegó en forma de un ruido, un ruido que parecía venir de la playa. Un ruido que parecía decir: “No hay escapatoria”.
Capítulo 5 "La caza del demonio"
“La caza del demonio”
La gente enardecida y llena de valor de El Escondido se acercó a la playa, con antorchas que tenían listas y todas sus armas de caza disponibles, decididos a descubrir qué estaba detrás de los ruidos y las desapariciones.
Al llegar a la playa, vieron a Miguel …, comiendo carne cruda de un animal que había cazado. La gente se horrorizó al verlo, y lo llamaron “demonio del mar”.
“¡Es él!”, gritó alguien. “¡Es el monstruo que ha estado atacando a nuestros animales!”
La multitud se acercó a Miguel, dispuesta a atacarlo. Pero Amy se interpuso entre ellos y Miguel.
“No”, dijo Amy, con lágrimas en los ojos. “No podemos hacer eso. Es Miguel, es mi esposo… Es su amigo, es nuestro amigo”.!!
Suplicaba Amy..
La gente se enfureció con Amy. “¿Cómo puedes defender a un monstruo?”, le preguntaron.
Amy se quedó firme. “Porque .. sé que Miguel todavía está ahí dentro. Porque sé que no es un demonio, sino una víctima de algo que no entiende”.
Miguel, en su forma transformada, se dio cuenta de la escena y se sintió avergonzado. No quería que Amy lo viera así, no quería que nadie lo viera así.
“Vete”, le dijo a Amy, con una voz que no parecía la suya. “No quiero que me veas así”.
Pero Amy no se movió. “Miguel, por favor”, dijo. “No te rindas. Todavía hay esperanza”.
La multitud comenzó a lanzar piedras y objetos hacia Miguel, y Amy se interpuso para protegerlo. Miguel se sintió agradecido, pero también se sentía culpable por poner a Amy en peligro.
“¿Qué me ha pasado?”, se preguntó Miguel, en su mente. “¿Qué soy ahora?”
La lucha interna de Miguel era palpable. Se sentía dividido entre su humanidad y su nueva forma, entre su deseo de hacer el bien y su necesidad de alimentarse….
Capítulo 6 "El Secreto del Mar"
La orda de gente enfurecida se acerca a Miguel y Amy, dispuesta a acabar con ellos. Miguel se coloca delante de Amy, protegiéndola con su cuerpo. La transformación que sufrió en el mar comienza a manifestarse, y sus ojos se vuelven más intensos, sus sentidos más agudos.
Con una fuerza y velocidad sobrenaturales, Miguel se enfrenta a la multitud, defendiendo a Amy con ferocidad. La gente se detiene en seco, asustada por la ferocidad de Miguel. Algunos intentan atacarlo, pero él los repele con facilidad.
En el fragor de la batalla, Miguel siente que su conexión con el mar se vuelve más fuerte. El agua parece responder a su llamada, y una ola gigante se forma en el horizonte, acercándose a la costa. La multitud se dispersa, aterrada por la fuerza de la naturaleza.
Cuando la ola se retira, Miguel y Amy están solos en la playa. La multitud ha desaparecido, y la comunidad de El Escondido queda en silencio. Miguel se vuelve hacia Amy, y ella lo mira con admiración y miedo.
“¿Qué eres ahora?”, le pregunta Amy.
Miguel no responde. En su lugar, la toma de la mano y la lleva hacia el mar. Juntos, se adentran en las aguas, desapareciendo en la oscuridad del océano.
La leyenda dice que Miguel y Amy se convirtieron en parte del mar, y que su amor es más fuerte que cualquier fuerza de la naturaleza. Otros dicen que Miguel se convirtió en un monstruo marino, y que Amy es su prisionera. Pero la verdad solo la conocen los que han visto el poder del mar…
“Fin”
Relato original por:
Don Ramon León Aguilar.
René León * Historia y Adaptación
Dedicado a mi entrañable Padre, en memoria de las noches de historias y risas compartidas.

Darkean se dejó caer en un sueño profundo, su cuerpo rendido tras un largo día de playa en el Caribe. Junto a Kamodo, su compañera incondicional, había pasado horas caminando por la costa, dejándose abrazar por el sol y el vaivén del mar. Para él, la música era un refugio, y esos días de ocio habían sido una bendición: inspiración pura. La guitarra, las canciones, las ideas… todo fluía.
Kamodo, en cambio, era un misterio con sonrisa cálida. Había estudiado leyes, pero su mente era un crisol de ideas extrañas, siempre imaginando, siempre creando. Se conocieron por una app de citas. Ella le escribió primero, y días después ya estaba en su apartamento. Así, sin más. Desde entonces, fueron inseparables. Kamodo lo llenaba de deseo y de fuego creativo. Era su musa, su tormenta.
Esa noche, mientras dormían, el sueño de Darkean se tornó pesadilla.
Dos sombras cruzaron frente a su ventana. Caminaban lento. Al llegar a la puerta, intentaron abrirla. Forcejearon la cerradura. Entraron. Y al hacerlo, no lo tocaron… lo atravesaron. Su cuerpo quedó inmóvil. Prisionero de una parálisis brutal. No podía respirar. La impotencia era absoluta.
Una nube blanca comenzó a formarse sobre él, espesa, sofocante. De entre la bruma emergió una cara demoníaca: ojos rojos, sonrisa inmóvil, mirada que juzgaba desde un lugar sin tiempo.
Sintió que el cielo le cerraba sus puertas.
Intentó gritar, pedir ayuda a Kamodo, pero su voz se ahogaba en su garganta. Quiso moverse. Nada. Solo el pánico creciente. La cara se acercaba. El aire se volvía más denso.
Entonces, una voz resonó como un eco lejano:
—¡No seas pendejo, usa los mantras!
Era su maestro. Aquel viejo loco que le enseñó oraciones de protección años atrás. Darkean las había olvidado… o no las había tomado en serio. Pero ahora, con el demonio sobre él, repitió mentalmente los nombres sagrados:
Jesús… María… Jesús… María…
En el tercer intento, un grito emergió con fuerza desgarradora. Los nombres fueron lanzados al vacío, y la presencia se esfumó. Darkean sintió su cuerpo liberarse. Podía respirar. Sentía la vida de nuevo. Cerró los ojos. Pensó en contárselo a Kamodo por la mañana.
Pero al despertar… Kamodo no respondía.
Estaba recostada, inmóvil. Sus ojos abiertos pero sin brillo. Su cuerpo, ligero como el humo. Darkean intentó reanimarla, sacudirla, gritar su nombre. Nada.
Y de pronto, con un suspiro profundo, ella despertó.
Lo miró fijamente.
—¿Qué pasa?
Darkean, temblando, le contó el sueño. Le habló de la nube, del rostro, de la parálisis, del miedo…
Kamodo lo escuchaba sin sorpresa. Su rostro era una máscara de serenidad.
—No me lo tienes que explicar —dijo con voz tranquila.
—¿Cómo que no? —preguntó él, confuso.
Kamodo sonrió.
—Porque cuando ellos salieron de tu cuerpo… entraron al mío.
Darkean se quedó helado.
La habitación se volvió opresiva.
El aire, espeso.
La mirada de Kamodo… ya no era la suya.
FIN

EL ARROYO DE LAS SOMBRAS
Narrado por Regina Martín